El Partido Justicialista bonaerense convocó para el viernes 19 de diciembre a una reunión clave del Consejo Provincial en Malvinas Argentinas, donde se avanzará en la definición de la fecha de las elecciones internas que renovarán autoridades. La cita, impulsada por el titular del peronismo provincial, Máximo Kirchner, busca ordenar el calendario partidario y encauzar un proceso de normalización que llevaba meses estancado.

La convocatoria llega en medio de una interna que atraviesa al peronismo bonaerense desde la derrota electoral a nivel nacional de 2023 y que se intensificó durante este año en las legislativas de octubre. Los distintos sectores coinciden en la necesidad de reconfigurar la conducción partidaria, pero sostienen visiones divergentes sobre los tiempos, la estrategia y el liderazgo que debe guiar la reorganización.

Por un lado, el sector alineado con Axel Kicillof reclama una renovación profunda del PJ y un esquema de conducción que refleje el peso político que adquirió el gobernador como figura central de la oposición al Gobierno nacional. Dirigentes del espacio sostienen que “la etapa exige una representación más cohesionada y orgánica”, y consideran que el partido no puede seguir funcionando con estructuras previas al actual escenario político.

Del otro lado, Máximo Kirchner mantiene su rol como presidente del PJ bonaerense y busca proyectar una transición ordenada. Sus colaboradores remarcan que la convocatoria a Malvinas Argentinas “es un paso institucional necesario” y destacan que cualquier modificación en la conducción debe surgir del consenso y de los mecanismos formales previstos por la carta orgánica. El dirigente, sin embargo, enfrenta presiones de sectores que exigen acelerar los tiempos de renovación.

A esta tensión se suma el posicionamiento de los intendentes, quienes buscan mayor incidencia en la estructura partidaria y alientan un modelo más horizontal. Varios jefes comunales plantean que la conducción debe concentrarse en fortalecer el trabajo territorial y evitar que la disputa entre el kicillofismo y el cristinismo asociado a La Cámpora acapare la discusión interna.

En ese contexto, la reunión del 19 de diciembre será determinante. Allí se espera avanzar en un cronograma preciso para las internas, discutir condiciones de participación y medir los respaldos reales de cada espacio. También podrían empezar a perfilarse nombres para la futura conducción, aunque por el momento no surgió una figura de consenso.

La expectativa es alta: el resultado del encuentro podría ordenar la transición o, por el contrario, profundizar la fragmentación si no hay acuerdo. Con una conducción nacional debilitada y un escenario político convulsionado, lo que decida el PJ bonaerense tendrá impacto directo en el rearmado general del peronismo.

Mientras tanto, los distintos sectores se preparan para una jornada decisiva en Malvinas Argentinas, donde la dirigencia deberá empezar a resolver un dilema que atraviesa todo el espacio: cómo reconstruir el partido sin agravar sus diferencias internas y con qué liderazgo enfrentar el próximo ciclo político.